El diseño especulativo se enfoca en abordar problemas sociales importantes con la mirada puesta en el futuro, creando productos y servicios para diversos escenarios por venir. Es por ello que el elemento más importante de este proceso es la creatividad, la cual permite ir más allá de la realidad inmediata para solucionar problemas de manera abstracta. Es gracias a la creatividad que es posible imaginar otras realidades, advertir transformaciones y predecir comportamientos a los que estas últimas puedan dar lugar. Al conectar esto con los elementos del diseño, se puede encontrar soluciones innovadoras y relevantes. La creatividad es la que permite especular sobre el futuro sin tenerlo enfrente y hacer del diseño especulativo algo más valioso que un diseño concebido como solución a problemas existentes.
Otro aspecto fundamental del diseño especulativo es el usuario del futuro. Es este el que determina el producto que va a necesitar hoy o en el futuro. Conocer al cliente de manera profunda, conocer sus expectativas y superarlas, incluso conocer sus comportamientos, nos permite diseñar un producto apetecible para éste en un futuro cercano o lejano. Esta es la razón por la que para ser arquitecto es necesario saber también de sociología, pues el conocimiento sobre demografía, comportamiento social y tendencias relacionadas a la toma de decisiones son fundamentales para el proceso de diseño.
Hablar del futuro puede hacernos pensar muchas veces en un futuro lejano, pero la realidad es que en los tiempos actuales el futuro parece llegar cada vez más rápido. De hecho, hoy estamos viviendo la transformación más rápida y revolucionaria que la humanidad haya experimentado. Desde el punto de vista comercial, un cliente que tenía un comportamiento y una forma de vida hace solo un año, cambió radicalmente. El comprender a ese cliente actual y cómo se está adaptando a los cambios es fundamental para poder diseñar para el futuro.
Saber predecir comportamientos y necesidades futuras requiere de una profunda comprensión del consumidor actual. Este no es un proceso fácil pues muchas veces los clientes no expresan explícitamente qué es lo que quieren sino es por medio de la cuidadosa observación de sus actitudes que es posible definirlos y que se puede definir el producto que necesitan. Por medio del análisis de tendencias, Studio Domus puede acceder a información clave acerca de hacia dónde se desplazan los mercados en diferentes lugares del mundo, lo que brinda la posibilidad de anticipar cambios y de conocer los perfiles de clientes futuros. Es por ello que el tener la capacidad de ver hacia delante, a mediano y largo plazo, y hacia fuera, es fundamental para desarrollar proyectos exitosos.
Existen dos tipos de clientes. Por un lado, nos encontramos con aquellos que piensan que todo va a volver a la normalidad y, por otro, los que saben que todo cambió y que no va a regresar a lo que era el 2019 como realidad humana. Es con esta segunda visión con la que Studio Domus se identifica. No cabe duda de que las cosas han cambiado y van a seguir cambiando. No nos alineamos con la idea de que todo regresará a la normalidad y que va a seguir siendo como antes. Siempre vemos para adelante, hacia el futuro. Quienes no cuentan con una mentalidad de cambio o no están preparados para la adaptación a la nueva era digital, ya transformada, a la que estamos asistiendo hoy no son parte de nuestros clientes. Nuestros clientes son visionarios, la punta de lanza de los proyectos, quienes están asumiendo el cambio que implica la vida post-pandemia.
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